19.11.11

Exhibición: Extracciones y Abstracciones para el Subconsciente , 2003

Exhibición: Extracciones y Abstracciones para el Subconsciente , 2003

por Cacheila Soto González, 2003, Galería La Pintadera, San Juan Puerto Rico.


CACHEILA SOTO: La cartografía de una nueva estética

Ensayo por José A. Peláez / Artista, Profesor de Diseño Gráfico, Escuela de Comunicaciones de la UPR


Lo primero que hace un artista cuando se enfrenta a su público es reconocer una deuda contraída con los artistas y las generaciones que le precedieron, para entonces proceder a tomar su lugar en las circunstancias históricas que le ha tocado vivir. Nos incluimos dentro del círculo vital recurrente del arte, partiendo de la premisa que recurrencia no es sinónimo de repetición. Celebramos la tradición, pero usamos un lenguaje nuevo y, si tenemos suerte y dedicación, lo nombramos todo de nuevo con una voz original.

Tememos, por ejemplo, el caso excepcional de la joven artista Cacheila Soto González. Egresada de nuestra Escuela de Artes Plásticas, ha estado expuesta a un sinnúmero de influencias y corrientes dentro del mundo del arte, algunas por referencias históricas y otras por contacto directo que, como buena estudiante, ha internalizado y digerido para formular su propia vertiente estética. Algunas de sus deudas son aparentes, y otras no tanto. Su obra en general tiene una afinidad existencial con la que sé desarrolló durante los años sesenta, que conocemos con el termino de "Arte Pop". Las dimensiones de sus lienzos así como la paleta de colores planos, brillantes casi rayando en la iridiscencia, tienen mucho en común con la obra de dos pintores norteamericanos de esa época: Warhol y Lichtenstein. Pero a diferencia de éstos, Cacheila no explota las imágenes del mundo consumista y capitalista sino que reexplora una temática que es casi tan tradicional como el arte mismo: la figura femenina y más específicamente el desnudo.

Sus pinturas tienen una sensibilidad formada dentro de lo que ella misma y sus condiscípulos autonombran Generación X, acostumbrados a los colores vibrantes y a la imagen fugaz de los videos de 'Mtv', pero a la misma vez, sus figuras están imbuidas de un romanticismo del que podemos encontrar eco en el movimiento 'Art Nouveau' de fines del siglo XIX. Al igual que sus dos colegas antes mencionados, Cacheila usa la fotografía, campo que también domina, como un medio para decidir sus composiciones y luego transportarlas a la tela, pero usa una herramienta del siglo 21, la computadora, para establecer sus esquemas de colores.

obra: Reflejo Existencial

Creo que nuestra artista le debe algo también a los "cut-outs" de Matisse, con sus figuras precisas de papeles pintados y recortados; pero su deuda más importante sin duda, la contrajo con nuestros artistas gráficos, especialmente con los serigrafistas, de los cuales tuvo como maestros a dos de los más sobresalientes: José Alicea y Rafael Rivera Rosa. De ambas de las vertientes mencionadas toma la simplificación de la figura, la habilidad para sintetizar la composición a sus rasgos esenciales. El borde de sus áreas de colores nos recuerda el corte de la película de serigrafía antes de ser fijada al tamiz para imprimirla y la aplicación de esos colores está planificada y ejecutada uno de cada vez, tal como en la impresión serigráfica.

Esa síntesis que logra en sus pinturas, muchas veces la acerca a la abstracción, pues sus figuras dependen en gran medida de nuestro gestalt para que conectemos en nuestra mente lo que a primera vista parecen islas de color, flotando sobre un mar sereno. La artista aporta los rasgos esenciales, nuestro ojo establece las relaciones entre ellos y completa la figura. Estas islas configuran un continente en 'Reflejo existencial', donde un torso de mujer parece una África carnal, flotando en un mar azul cyan, logrando un balance temerario en una obra decididamente minimalista. No es necesaria más información para que entendamos la sensualidad y adivinemos el movimiento de la figura.

obra: Delirio

Su paleta consiste mayormente de colores cálidos en el orden de los rojos, rosas, lilas y malvas; lo que contribuye a reforzar la intención sensual de sus figuras. Los contrastes son muy sutiles en una pintora como 'Delirio', donde toda esta gama es predominante hasta el punto en que las islas negras y verdes parecen intrusas, pero necesarias para detener nuestra vista en ascensión vertical y devolvernos al comienzo de la falda roja. Un esquema de colores parecido lo vemos en 'Tiempo de apareamiento', sin la estilización de la pintura anterior. En ésta, la actitud de la mujer no está concentrada en sí misma sino en la espera. Me recuerda un poco aquella canción de los años '50: "Fumando espero / al hombre que yo quiero...". Es curioso que Cacheila escogiera un fondo con una textura digital para pintar esta obra, que a mí se me antoja como una especie de red. 0 quizás mi alter ego machista está leyendo demasiado en los simbolismos de la pintura con esta suposición.

obra: Huésped Transitorio

Una pintura hecha en la misma vena de 'Reflejo existencial', es 'Huésped transitorio' pero con el esquema de colores funcionando a la inversa. Aquí la mujer-continente expone su lujuria azul a la serena ebullición de un rojo intenso. La figura rompe el lienzo de grandes proporciones en una diagonal, que lo divide casi a partes iguales en una composición clásica. Necesitamos mantener una distancia desde la tela para que los contornos de la silueta no se vuelvan a desintegrar en las manchas-islas del mapa gigantesco. Otras pinturas que merecen atención particular son 'Sensación' y 'Diluirse' en la moda. Ambas tienen un aire casi mitológico. En la primera, el atavío de la mujer, por virtud de la técnica representativa que usa nuestra artista, adquiere una cualidad atemporal - que no podemos ubicar en una época específica - que la hace lucir por momentos como una especie de amazona o diosa, mientras que el tocado o sombrero que lleva en la cabeza, bien podría ser una corona de laureles. En 'Diluirse', pudiera haber una intención de recrear una Venus de Boticelli moderna, y la disolución del título parece darse en dos direcciones: la figura de la mujer parece desintegrarse en un campo azul, mientras que el fondo azul se diluye a la vez que va subiendo hacia el cielo rosa, en un tratamiento muy distinto a los colores planos que la pintora usa en el resto de su obra.

obra: Diluirse en la moda

Cacheila Soto González paga sus deudas con creces y abona a las corrientes alternativas del arte moderno una estética nueva, plasmada en estos mapas coloridos llenos de archipiélagos, islas y continentes que estimulan la imaginación. Con pinturas que disuelven los lindes espaciales y temporales. Sólo nos queda la curiosidad de saber como madurará esta cartógrafa-pintora su obra en los años venideros.

Estaremos a la expectativa.

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